Investigadores del Grupo de Biomecatrónica del MIT han creado un dispositivo que aligera la carga para las personas que llevan mochilas o equipos pesados.MenéameSu invento, un exoesqueleto, puede soportar gran parte del peso de una mochila pesada y transferirlo directamente a tierra para eliminarlo con eficacia de la espalda de la persona que lleva el dispositivo.El prototipo actual puede asumir con éxito el 80 por ciento de una carga de más de 30 kilogramos transportada por una persona en la espalda. El modelo actual dificulta el andar natural de la persona que lo lleva, pero el alivio de peso de la carga definitivamente compensa esa incomodidad, con una reducción significativa de la tensión en la porción superior de su cuerpo.El equipo de investigación ha sido dirigido por Hugh Herr, investigador principal del Grupo de Biomecatrónica y profesor del MIT.Herr espera en el futuro crear y fabricar a escala comercial dispositivos de soporte corporal que puedan ser útiles en muchos ámbitos. Por ejemplo, exoesqueletos para piernas, capaces de ayudar a las personas a correr para que se cansen menos, así como de aliviarles parte del peso de grandes cargas que lleven a la espalda.Los exoesqueletos podrían incrementar el peso que una persona puede transportar, disminuyendo la probabilidad de una lesión en una pierna o en la espalda, y reducir el nivel de esfuerzo que debe afrontar la persona.
La persona que porta el exoesqueleto pone sus pies en botas atadas a una serie de tubos que suben por las piernas hasta la mochila transfiriendo su peso a tierra. Resortes en los tobillos y la cadera, y un dispositivo de amortiguamiento en las rodillas, permiten al exoesqueleto aproximarse al movimiento de locomoción de las piernas humanas, con una potencia externa de entrada muy pequeña: un vatio.Otros equipos de investigación han producido exoesqueletos que pueden transportar con éxito una carga, pero requieren de una fuente de energía grande (aproximadamente 3.000 vatios, suministrados por un motor de gasolina).Cuando los investigadores del MIT probaron su dispositivo, encontraron que aunque la carga transportada en la espalda por el usuario se aligeraba, la persona que transportaba la carga tenía que consumir un 10 por ciento más de oxígeno que lo normal, debido al esfuerzo extra de compensación por la interferencia en el modo de andar.El equipo espera revisar el diseño para que el exoesqueleto emule mejor el movimiento de las piernas humanas, posibilitando así para el usuario una forma más natural de andar.
La persona que porta el exoesqueleto pone sus pies en botas atadas a una serie de tubos que suben por las piernas hasta la mochila transfiriendo su peso a tierra. Resortes en los tobillos y la cadera, y un dispositivo de amortiguamiento en las rodillas, permiten al exoesqueleto aproximarse al movimiento de locomoción de las piernas humanas, con una potencia externa de entrada muy pequeña: un vatio.Otros equipos de investigación han producido exoesqueletos que pueden transportar con éxito una carga, pero requieren de una fuente de energía grande (aproximadamente 3.000 vatios, suministrados por un motor de gasolina).Cuando los investigadores del MIT probaron su dispositivo, encontraron que aunque la carga transportada en la espalda por el usuario se aligeraba, la persona que transportaba la carga tenía que consumir un 10 por ciento más de oxígeno que lo normal, debido al esfuerzo extra de compensación por la interferencia en el modo de andar.El equipo espera revisar el diseño para que el exoesqueleto emule mejor el movimiento de las piernas humanas, posibilitando así para el usuario una forma más natural de andar.
fuente Investigadores del Grupo de Biomecatrónica del MIT han creado un dispositivo que aligera la carga para las personas que llevan mochilas o equipos pesados.MenéameSu invento, un exoesqueleto, puede soportar gran parte del peso de una mochila pesada y transferirlo directamente a tierra para eliminarlo con eficacia de la espalda de la persona que lleva el dispositivo.El prototipo actual puede asumir con éxito el 80 por ciento de una carga de más de 30 kilogramos transportada por una persona en la espalda. El modelo actual dificulta el andar natural de la persona que lo lleva, pero el alivio de peso de la carga definitivamente compensa esa incomodidad, con una reducción significativa de la tensión en la porción superior de su cuerpo.El equipo de investigación ha sido dirigido por Hugh Herr, investigador principal del Grupo de Biomecatrónica y profesor del MIT.Herr espera en el futuro crear y fabricar a escala comercial dispositivos de soporte corporal que puedan ser útiles en muchos ámbitos. Por ejemplo, exoesqueletos para piernas, capaces de ayudar a las personas a correr para que se cansen menos, así como de aliviarles parte del peso de grandes cargas que lleven a la espalda.Los exoesqueletos podrían incrementar el peso que una persona puede transportar, disminuyendo la probabilidad de una lesión en una pierna o en la espalda, y reducir el nivel de esfuerzo que debe afrontar la persona.
La persona que porta el exoesqueleto pone sus pies en botas atadas a una serie de tubos que suben por las piernas hasta la mochila transfiriendo su peso a tierra. Resortes en los tobillos y la cadera, y un dispositivo de amortiguamiento en las rodillas, permiten al exoesqueleto aproximarse al movimiento de locomoción de las piernas humanas, con una potencia externa de entrada muy pequeña: un vatio.Otros equipos de investigación han producido exoesqueletos que pueden transportar con éxito una carga, pero requieren de una fuente de energía grande (aproximadamente 3.000 vatios, suministrados por un motor de gasolina).Cuando los investigadores del MIT probaron su dispositivo, encontraron que aunque la carga transportada en la espalda por el usuario se aligeraba, la persona que transportaba la carga tenía que consumir un 10 por ciento más de oxígeno que lo normal, debido al esfuerzo extra de compensación por la interferencia en el modo de andar.El equipo espera revisar el diseño para que el exoesqueleto emule mejor el movimiento de las piernas humanas, posibilitando así para el usuario una forma más natural de andar.
La persona que porta el exoesqueleto pone sus pies en botas atadas a una serie de tubos que suben por las piernas hasta la mochila transfiriendo su peso a tierra. Resortes en los tobillos y la cadera, y un dispositivo de amortiguamiento en las rodillas, permiten al exoesqueleto aproximarse al movimiento de locomoción de las piernas humanas, con una potencia externa de entrada muy pequeña: un vatio.Otros equipos de investigación han producido exoesqueletos que pueden transportar con éxito una carga, pero requieren de una fuente de energía grande (aproximadamente 3.000 vatios, suministrados por un motor de gasolina).Cuando los investigadores del MIT probaron su dispositivo, encontraron que aunque la carga transportada en la espalda por el usuario se aligeraba, la persona que transportaba la carga tenía que consumir un 10 por ciento más de oxígeno que lo normal, debido al esfuerzo extra de compensación por la interferencia en el modo de andar.El equipo espera revisar el diseño para que el exoesqueleto emule mejor el movimiento de las piernas humanas, posibilitando así para el usuario una forma más natural de andar.
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